El tiempo está loco. Y si no, que se lo pregunten a todo aquel que coja un ascensor con un desconocido. Es quizá la frase más repetida del día. Después de que muchos decidieran sacar y colocar en el armario la ropa de verano, confiados por las altas temperaturas de la semana pasada, la primavera ha amanecido con nieve en varias ciudades.
Ayer, en Segovia, los niños pudieron disfrutar de una auténtica jornada invernal. Más de 400 alumnos se quedaron sin clase y cambiaron el colegio por bolas de nieve, muñecos a medio terminar y algunos resbalones inoportunos. ¡Ah! Los segovianos y turistas también pudieron ver una de las mejores estampas de la ciudad, el acueducto de blanco. Sin embargo, la capital castellano y leonesa, Valladolid, despertó encapotada por la niebla. Tan solo unas cuantas gotas alegraron la mañana a viandantes a primeras horas de la mañana. El resto del día, el cielo amenazó un buen chaparrón sin resultado.
Las noticias sobre la sequía son hoy iguales a las de días pasados. Los caudales mínimos que establece el Convenio sobre los ríos que comparten España y Portugal, en concreto, el Duero, son imposibles de mantener. Con algo más de esperanza, las informaciones apuntan a que el abastecimiento de agua para Valladolid está garantizado. Y con la sequía y la llegada de la primavera, por otro lado, las alergias se acrecientan. Toca esperar a que si como dice el refrán, en Abril, aguas mil.
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