miércoles, 17 de agosto de 2011

Invariable

Enmudezco y hablo de pronombres. No encuentro TÚ, sino un tú y duele. El artículo, el matiz que da sentido a lo que intento explicar. No encuentro NOSOTROS, sólo YO, nada más. Muchos ELLOS, en ambos géneros, que se sueltan de la mano de su verbo correspondiente. Falta algo, falta JUNTOS, faltamos JUNTOS y me cuesta divisar un único EGO. Siempre hemos sido más, pero ahora me tengo que atrever yo sola. ME, el pronombre auxiliar, el que no hace daño a nadie.

Con efe de felicidad

¿Hay algún código para ser felices? ¿Hay algún tratado de autoayuda de los muchos que se publican semanalmente que nos cuente cómo llevarlo a cabo?
Sé que no; que la felicidad es diferente, extraña e irreconocible. Ni siquiera es tangible. Aunque algunas veces, es comunicable. Una risa, una mirada, una caricia. Todo aquello que dé vida, regala felicidad. Únicamente tenemos que saber aceptarla y apreciarla cómo se merece cuando llegue. Porque es muy huidiza. Y variable...