sábado, 30 de julio de 2011

La tregua

Algunos de los maravillosos fragmentos de La tregua, una de las mejores obras del uruguayo Benedetti. Un buen libro es aquel que hace reír, llorar, pensar y reflexionar, aquel que hace sentir. Esta pequeña novela lo es.

Domingo, 23 de junio
(...)Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos es otra cosa) y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar".
Viernes, 26 de junio
(...)Hay días en que los compro todos. Me gusta reconocer sus constantes. El estilo de cabriola sintáctica en los editoriales de El debate; la civilizada hipocresía de El País; el mazacote informativo de El Día, apenas interrumpido por una que por otra morisqueta anticlerical; la robusta complexión de La mañana, ganadera como ella sola. Qué diferentes y qué iguales. Entre ellos juegan una especie de truco, engañándose unos a otros, haciéndose señas, cambiando de parejas. Pero todos se sirven del mismo mazo, todos se alimentan de la misma mentira. Y nosotros leemos y, a partir de esa lectura, creemos, votamos, discutimos, perdemos la memoria, nos olvidamos generosa, cretinamente, de que hoy dicen lo contrario de ayer, que hoy defienden ardorosamente a aquel de quien ayer dijeron pestes, y, lo peor de todo, que hoy ese mismo aquél acepta, orgulloso y ufano, esa defensa. (...) Para mirar los diarios, hay que bajar los ojos.

domingo, 24 de julio de 2011

San Sebastián, ¿capital de la cultura?

Después de la tormenta, en este caso, no llega la calma. Los ánimos por la designación de la ciudad de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en 2016 todavía siguen agitados. Pocas veces temas como este son objeto de polémica pues sucede más bien al contrario, un reconocimiento de este calado debería llenar de alegría y orgullo. Las últimas noticias afirman que Nieto, el alcalde de Córdoba ha pedido a la ministra de Cultura que frene el proceso de elección de dicha candidatura.

Sin embargo, al margen de cualquier interés o relación política que pueda haber existido, muchos han olvidado reflexionar sobre el aspecto más importante de todos: ¿Merece San Sebastián ser Capital Europea de la Cultura? Si en este caso, la causa de obviar esta pregunta ha sido porque se da por hecho, entonces no habría más que hablar. Y en mi opinión, así debería contestar González-Sinde.

San Sebastián, conocida como la Bella Easo desde el siglo XIX por estar situada a la salida de un río, en concreto el Bidasoa, puede presumir de representar a España como Capital de Cultura. Aunque quizá mejor será que España presuma del título ha recibido esta ciudad ya que la Comunidad Autónoma del País Vasco ocupa el tercer puesto en el ranking del Índice de Desarrollo Humano, por detrás de Islandia y de Noruega, según datos elaborados por Eustat. Guipuzcoa, la provincia cuya capital es San Sebastián se posiciona detrás de Álava y por delante de Vizcaya, con 0,967 puntos sobre 1. Datos como este unido al número de equipamientos culturales con los que cuenta la ciudad y los eventos internacionales que se celebran como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián dan una ligera idea del proyecto preparado para 2016. Pero aún hay más. El Orfeón Donostiarra es una de las más importantes formaciones corales del mundo y la Universidad privada de Mondragón cuenta con la primera Facultad de Ciencias Gastronómicas. Una ciudad pionera como pocas.

Ahora que investiguen lo que ha podido haber detrás de este proyecto. A pesar de todo, está claro que está capital va a poner todo su empeño en la resolución de problemas sociales derivados del terrorismo.